There is a little more to the story of the kick off of the project. At that time, I had a lot of work and two young children to take care of, and my free time to explore was limited, besides there were other exploration projects in progress, so I only returned to the cenote three more times before the pandemic.
The reels were emptying at great speed and I found some really highly decorated passages and several gigantic rooms filled with formations.
The cave was heading south and southeast.
I also found some bones in one of the tunnels, but I could not identify them. By their size, they could belong to a very ancient human, since these submerged caves were inhabited thousands of years ago.
In March 2020, the Aktun Xaman project was on Stand By, waiting for the world to calm down.
So long, my friend.
In 2023, after a meeting with some Razor instructors, we decided to resume the project of exploration and mapping of the cave.
It had been over three years since I returned to that place. As I live nearby, I decided to go with my dog, machete, and GPS to reopen and clean the jungle trails. When I arrived nearby, I found some changes. Now the access road to the area was private, and a private security team was guarding the place. They asked me where I was going, and I had to make up a little story. I said I would go further to another cenote off their property. They didn’t seem very convinced, but they let me pass.
The Aktun Xaman cenote is in the middle of the jungle, I never met its owner, but that is usual in many explorations. The jungle has owners, but the explorers rarely meet them, and if you ever find them, after explaining what you are doing, you finally become their friend. It had always worked for me. Many cenotes have been explored, and their owners don’t know it.
That day, I just wanted to find the cenote, clean the roads, and prepare the parking area for the cars, so I could arrive 2 days later with my friends to continue with the exploration. I left home without my papers and no ID. I only brought my machete and my dog.
I looked for the old road, cleaned it again, found the cenote, and returned to the car. What a surprise to find the private security waiting for me by the car! They had heard the machete and thought I was trespassing.
They asked me for identification, but I didn’t have any. I tried to use my phone to call my girlfriend and ask her to bring my wallet, but there was no phone coverage, and I could not call anyone.
The situation became very tense. The security guards had no legal authority to stop me, only the police could do that; plus, the road we were on was public, and they insisted on saying it was private.
They wouldn’t let me move my car, I was dying of thirst and wanted something to drink, but they wouldn’t let me go until they had decided what to do with me. In the end, they said they would call the police.
After quite a while, they agreed to leave the jungle so I could call my girlfriend and bring my wallet. We arrived near the federal road where their offices and checkpoint are located.
There I was able to call my girlfriend, and in a very loud and clear voice, I asked her to bring my papers and to come with a police patrol since they had “kidnapped” me for 2 hours against my will. When the “boss” nearby heard that, he immediately became calmer and said nobody had kidnapped me and I could leave whenever I wanted. I replied it was not true, since his colleagues in the jungle blocked my car with their vehicles, threatened me and spoke very badly.
They called another person, a so-called Gilberto, the boss of all of them. Finally, I could talk to someone calmly and cordially. The situation was sorted, and I explained our intentions to remap the cave and continue exploring; he told me that I should check with the owner.
The next day, we obtained permission from the owner to continue with the “XAMAN” project.
Follow up on the adventure!
En aquella época tenía mucho trabajo y 2 hijos pequeños que atender , el tiempo libre para explorar estaba limitado, además había otros proyectos de exploración en marcha y sólo regresé al cenote en 3 ocasiones más antes de la pandemia. Los carretes de hilo se vaciaban a gran velocidad, encontré algunos pasajes realmente muy decorados y algunas grandes salas enormes llenas de formaciones. La cueva se dirigía al sur y sureste. En uno de los túneles, encontré unos huesos, no pude identificarlos, pero por el tamaño podrían ser de un humano muy antiguo. Estás cuevas sumergidas estuvieron habitadas hace miles de años.
Marzo 2020 El proyecto Aktun Xaman quedaba en Stand By hasta que el mundo se calmara.
Atrás quedó un hasta pronto amiga.
Año 2023 Tras una reunión de Razor instructors, decidimos retomar el proyecto de exploración y mapeo de la cueva.
Habían pasado más de 3 años que no había regresado a ese lugar, cómo vivo cerca, decidí ir con mi perrita , mi machete y gps a volver a abrir y limpiar los caminos de selva. Al llegar cerca, me encontré con algunos cambios, ahora el camino de acceso a la zona era privado y había un equipo de seguridad privada vigilando el lugar. Me preguntaron que donde iba y tuve que inventar una pequeña historia, dije que iría más lejos hasta otro cenote que no estaba en la propiedad de ellos, no muy convencidos me dejaron pasar Hay que mencionar que el cenote Aktun Xaman está en medio de la selva, jamás conocí a su propietario, pero eso era algo habitual en muchas exploraciones, la selva tiene dueños, pero casi nunca los conoces y si alguna vez lo encuentras, les explicas lo que haces y finalmente te haces su amigo, siempre me había funcionado. Muchos cenotes han sido explorados y sus dueños no lo saben. Ese día sólo quería reubicar el cenote, limpiar caminos, preparar el área parking de los coches, para así llegar 2 días después con mis amigos a seguir con la exploración. Salí de casa sin mi documentación (id), sólo machete y perro. Busqué el viejo camino, lo volví a limpiar, encontré otra vez el cenote y me fuí de regreso al coche. Mi sorpresa fué que en el coche me estaban esperando los elementos de seguridad privada, habían escuchado el machete y pensaron que venía a invadir terrenos. Me pidieron identificación pero no tenía nada, traté de usar mi teléfono para llamar a mi novia y que trajese mi cartera, pero no había cobertura telefónica y no pude llamar a nadie. La situación se puso muy tensa. Ellos no tenían autoridad legal de detenerme, éso solo lo puede hacer la policía, además el camino donde nos encontrábamos era público y ellos seguían diciendo que era privado. No me dejaban mover mi coche, estaba muerto de sed y quería beber algo, pero no me dejaban ir, estaban decidiendo qué hacían conmigo, al final dijeron que llamarían a la policía. Después de un buen rato, accedieron a salir de la selva para que pudiese llamar a mi novia y que trajese mi cartera. Llegamos cerca de la carretera federal donde ellos tienen sus oficinas y caseta de control. Allí pude llamar a mi novia y en voz alta y muy clara le pedí que trajese mi documentación y que viniese con una patrulla de policía, ya que me habían “secuestrado” durante 2 horas en contra de mi voluntad, cuando el “jefe” que por ahí estaba escucho eso, enseguida vino más tranquilo a decir que nadie me había secuestrado, que me podía ir cuando quisiera, le dije que no era cierto, que sus compañeros en la selva inmovilizaron mi coche con sus vehículos, que me amenazaron y hablaron muy mal. Llamaron a otra persona, un tal Gilberto, el jefe de todos ellos, por fin pude hablar con alguien de manera tranquila y cordial, se aclaró el asunto, le expliqué de nuestras intenciones de ir a remapear la cueva y seguir explorando, me dijo que debía consultarlo con el dueño.
