It all started in the year 2019. Leaving to explore in the cenote Cocom area, I stopped at the house of my friend José, a local hunter who usually finds cenotes during his hunting trips. He had already shown me other cenotes in the area.
That day, he told me he had found a very big and beautiful cenote and offered to show it to me. I was amazed with the beauty in front of my eyes.
The Cenote had Mayan vestiges at the entrance, and thousands of birds lived inside. We could also see prints and traces of small animals going to the cenote to drink water.
The cenote had no name, so I decided to call it “aktun Xaman,” which means the “cave of the north”.
I don’t remember the month, but it was in the beginning of 2019 when I started my first dives.
The cave has 3 points with water. The first and closest to the path had the easiest and most comfortable access, but it had much mud.
I decided to look for another water entry, further west of the cave. I had to carry the tanks through slippery rocks, but the water mirror was crystal clear, and I could see the flow. Some tree roots moved by the current were completely drifting and marking the direction of the water flow… That was a good sign, the water was pointing where the underground passages should be.
I placed the tanks in the water and equipped myself, limiting my movement the best I could in the limited space available to avoid disturbing the visibility.
Once in the water, I located my first tie-off. When starting a new exploration, it is hard to predict the visibility to be expected on the way back. So, as usual, I tried to make the first tie-off out of the water.
The open water area was very small and shallow, but the water flow was obvious. I looked at the roots once again… they whispered to me where to go.
So that’s how, after a couple of meters at barely 40 cm depth, I found a very steep drop-off, and the cave opened up in front of my eyes: white and beautiful.
Quickly the cave descended more than 10 meters, with some fragile decorations here and there. 100 meters further, I had to pass a barrier of delicate columns and stalagmites, I decided to do it between the wall and a thin column.
Shortly after, the cave divided into 2 main passages, and I continued to the west, I reached a white area, very fragile, where the rock fell apart when I tried to make the tie-off. The depth was already 19 meters …. at what point did it go down so much?
A new exploration project was born, right here, near Playa del Carmen, again in the Cocom area, where I had already explored several amazing cenotes.
The cave offered lots of possibilities and would require many more dives to explore. But, as we all know too well, 2019 marked a change in the world, and sadly I had to put the project on hold.
A few years, later, in 2022, when life started returning to normal, I happily met for dinner with friends and celebrated that we could finally be reunited. And what happens when 5 passionate cave explorers sit together at the dinner table? They talk about exploration! That’s how the 5 solitary wolves, myself, Vicente Fito, Camilo Garcia, HP Hartmann, Alessandro Reato, and Géraldine Solignac decided to join forces and start an exploration project together. Aktun Xaman seemed like the ideal candidate, and it didn’t take long before the 5 of us got in the water together.
Curious about Xaman?
During the Side Mount Summit you will have the chance to see the system!
Todo empezó en el año 2019, saliendo de explorar en el cenote Cocom, paré en la casa de mi amigo José, un cazador de la zona. Habitualmente él encontraba cenotes en sus salidas de caza, y me había enseñado otros cenotes en la zona.
Ese día, me dijo que había encontrado uno muy grande y hermoso, me llevó a verlo y quedé maravillado.
Tenía vestigios mayas en la entrada, miles de aves vivían en su interior, también había huellas de pequeños animales que iban a beber agua al cenote.
Cómo no tenía nombre, decidí llamarlo “aktun Xaman” que significa la cueva del norte.
No recuerdo bien el mes, pero fué al principio del 2019 cuando empecé mis primeras inmersiónes.
La cueva tiene 3 puntos con agua. El primero y más cercano tenía el acceso más fácil y cómodo pero tenía mucho lodo.
Decidí buscar entrada al agua en otro punto más lejano, al oeste de la cueva, había que transportar los tankes entre rocas resbaladizas, pero el espejo de agua estaba cristalino y se podía ver claramente la corriente que tenía, había unas raíces completamente inclinadas marcando la dirección del flujo de agua… buena señal, ése agua apunta a donde deben estar los túneles.
Coloqué los tankes dentro del agua y me equipé cómo pudé en el reducido espacio que tenía.
Una vez dentro del agua, localicé mi primer punto de amarre. Cómo no sabia la visibilidad que iba a tener al regreso, intenté como siempre hacer el primer amarre fuera del agua.
Había muy poco espacio y menos profundidad pero el flujo de agua era muy obvio. Miré las raíces una vez más… ellas me susurraron dónde ir.
Así fué cómo después de un par de metros a escaso 40 cm de profundidad encontré una bajada muy pronunciada y la cueva se abría ante mi, blanca, hermosa.
Rápidamente la cueva bajó a más de 10 metros, algo de fragiles decoraciones por aquí y por allá, tras unos 100 metros, había que pasar una barrera de delicadas columnas y estalagmitas, decidí hacerlo entre la pared y una fina columna.
Poco después la cueva se dividía en 2 y seguí al oéste. Llegué a una zona blanca, muy frágil, dónde la roca se deshacía cuando trataba de hacer el amarre, la profundidad era ya de 19 metros… ¿en qué momento bajó tanto?
Unos años después, en 2022, cuando la vida comenzaba a volver a la normalidad, me reuní felizmente para cenar con amigos y celebramos que finalmente podíamos estar juntos de nuevo. ¿Y qué sucede cuando 5 apasionados exploradores de cuevas se sientan juntos en la mesa? ¡Hablan de exploración! Así es como los 5 lobos solitarios, yo mismo, Vicente Fito, Camilo García, HP Hartmann, Alessandro Reato y Géraldine Solignac, decidimos unir fuerzas y comenzar juntos un proyecto de exploración. Aktun Xaman pareció el candidato ideal, y no pasó mucho tiempo antes de que los 5 nos sumergiéramos juntos en el agua.